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Gustavo Ng

China y la afirmación de una modernidad alternativa

La modernidad propia es concebida como clave y en contraposición con Occidente.


Por Gustavo Ng *


En julio de este año se llevó a cabo la Tercera Sesión Plenaria del XX Comité Central del Partido Comunista de China, en la que 199 miembros del comité y 165 miembros suplentes aprobaron el informe de trabajo del secretario general Xi Jinping titulado “Decisión del Comité Central del Partido Comunista de China sobre una mayor profundización integral de las reformas y la promoción de la modernización al estilo chino”.

China no busca meramente ser un país moderno, sino que asegura estar avanzando hacia una modernidad con peculiaridades chinas. El presidente Xi Jinping dijo que la modernización al estilo chino “rompe el mito de que la modernización equivale a occidentalización”.

La modernidad brilló en Shanghai entre las décadas de 1920 y 1940 e irrumpió desde la Reforma y la Apertura, pero como importación. Ha sido modernidad occidental importada. La idea de una modernización china comenzó a ser formulada por Deng Xiaoping, quien en un discurso de marzo de 1979 dijo: “¿Cuáles son nuestras principales tareas ahora y durante un largo período de tiempo en el futuro? En una palabra, es emprender la modernización.”

Para dejar claramente sentado que se hablaba de un proceso local, los requisitos para la modernización eran en aquel momento, decía Deng, “adherirnos al camino socialista, adherirnos a la dictadura del proletariado, adherirnos a la dirección del Partido Comunista y adherirnos al marxismo-leninismo y al pensamiento de Mao Zedong.” En la Tercera Sesión Plenaria de este año los fundamentos se actualizaron al marxismo-leninismo, al pensamiento de Mao Zedong, a la teoría de Deng Xiaoping, al pensamiento de las “Tres Representaciones” y a la perspectiva científica sobre el desarrollo y al pensamiento de Xi Jinping sobre el socialismo con características chinas.

El concepto de modernización china ha sido actualizado. En 2021, el Diario del Pueblo publicó varios artículos sobre “modernización al estilo chino”, el término apareció de forma destacada en la “Resolución del Comité Central del PCC sobre los principales logros y la experiencia histórica del Partido durante el siglo pasado”, del XIX Comité Central del Partido Comunista Chino (PCCh) en su sexta sesión plenaria del mismo año, fue uno de los conceptos pilares del informe político de Xi Jinping al XX Congreso Nacional del PCCh celebrado en 2022, apareció de forma destacada en la primera sesión del XIV Congreso Nacional del Pueblo en 2023 y en la Tercera Sesión Plenaria del XX Comité Central del Partido Comunista de China de este año.

Se atribuye su reajuste a Wang Huning, actual presidente de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino, exdecano de la Facultad de Derecho de la Universidad de Fudan, exdirector en la Oficina Central de Investigación de Políticas del PCCh y quien también habría trabajado en otros conceptos clave del pensamiento de Xi, como el Sueño Chino y la Iniciativa de la Franja y la Ruta.

 

Una modernidad socialista con peculiaridades chinas

 

El lanzamiento de la modernización como proyecto en China no deja de llamar la atención cuando se considera que en Occidente se habla de posmodernidad desde antes de que el concepto se popularizara con el libro “La condición posmoderna”, de Jean-François Lyotard, en 1979.

La clave de esta extemporaneidad es la idea de que Occidente no supo consumar la modernidad y ahora se debate en una posposposmodernidad, mientras China la va materializando correctamente, en bien de su Pueblo. Deng había explicado que “la modernización al estilo chino debe partir de las características de China” y Xi amplía la idea: “El camino que un país escoge para la modernización está determinado por sus tradiciones históricas, sistemas sociales, condiciones de desarrollo y entorno externo, entre otros factores”. También ha afirmado que “la modernización china es modernización socialista”.

La Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma asegura que “el PCCh ha inaugurado una nueva era del socialismo con peculiaridades chinas, ha ganado integralmente la batalla contra la pobreza y ha completado la tarea histórica de construir una sociedad modestamente acomodada en todos los aspectos según lo programado. Hemos alcanzado el primer objetivo centenario y hemos emprendido un nuevo viaje de construcción de un país socialista moderno de manera integral. En varias décadas, hemos completado un proceso de industrialización que tomó cientos de años para los países desarrollados, hemos asegurado la posición de China como la segunda economía más grande del mundo y hemos creado dos milagros raramente vistos en el mundo: el rápido desarrollo económico y la estabilidad social a largo plazo. China se ha convertido en el país con mayor población de ingresos medios del mundo y uno de los países que proporciona una mayor sensación de seguridad reconocida por la comunidad internacional.”

 

Otra modernidad

 

Para una definición de la modernidad china, Xi Jinping ofreció en un discurso pronunciado en febrero de 2023 cinco características distintivas: la modernización de una enorme población, de la prosperidad común, del progreso material y ético-cultural, de la armonía entre la humanidad y la naturaleza y finalmente, especialmente en el plano exterior, del desarrollo pacífico.

En principio explicó que su país trabaja para lograr la modernización de más de 1.400 millones de personas —“más que la población combinada de los países desarrollados del mundo”—, lo que significa garantizar que todos estén bien alimentados, tengan empleo, educación, vivienda, la salud atendida y que ancianos y niños estén cuidados.

“Esto cambiará en gran medida el panorama de la modernización global”, enfatizó el presidente.

Por otra parte, indicó que la modernización de la prosperidad común diferencia a la modernización china y de la occidental. “Los mayores problemas de la modernización occidental son que se centra en el capital en lugar de en las personas y que busca maximizar las ganancias de capital en lugar de servir a los intereses de la gran mayoría de la población. Esto ha creado una enorme brecha entre ricos y pobres y ha llevado a una grave polarización”, explicó Xi. En cambio, la modernización china “tiene como objetivo garantizar que el desarrollo sea para el pueblo y por el pueblo y que sus frutos sean compartidos por el pueblo”.

La modernización en esta área requiere “adoptar medidas más eficaces para regular la distribución del ingreso y la acumulación de riqueza y aplicar una regulación y orientación basadas en la ley para promover el desarrollo saludable del capital”.

Sobre la modernización del progreso material y ético-cultural, el presidente sentenció que “la pobreza material no es socialismo, como tampoco lo es el empobrecimiento cultural”.

También en este plano diferenció a China de Occidente: “La búsqueda temprana de la modernización por parte de los países occidentales sólo condujo a la acumulación de riqueza, a crisis de fe y a deseos materiales insaciables. Una causa importante de los predicamentos que hoy atraviesan los países occidentales es su incapacidad para controlar la codicia, que es la naturaleza del capital, y para resolver sus problemas profundamente arraigados de materialismo desenfrenado y empobrecimiento espiritual.”

En cambio, sostuvo que la modernización de China “busca el enriquecimiento cultural y ético para aumentar la confianza de nuestro pueblo en los valores y la cultura chinos”. Eso incluye “valores socialistas que tengan el poder de unir e inspirar al pueblo” y “elevar la comprensión pública de la historia del PCCh, la República Popular China, la reforma y apertura y el desarrollo del socialismo”; cultivar y promover los valores socialistas fundamentales”.

Otro campo de modernización es el de “la armonía entre la humanidad y la naturaleza”, para el que considera, entre otras estrategias, “acelerar la transición a un modelo de desarrollo verde, mejorar la diversidad, la estabilidad y la sostenibilidad de nuestros ecosistemas, y trabajar tanto activa como prudentemente hacia los objetivos de lograr emisiones máximas de carbono y neutralidad de carbono.”

También en esto diferencia a China: “Desde el advenimiento de los tiempos modernos, la modernización occidental ha implicado típicamente una etapa de saqueo desenfrenado de los recursos naturales y destrucción del medio ambiente. Si bien ha creado una enorme riqueza material, a menudo ha causado graves problemas como la contaminación ambiental y el agotamiento de los recursos. Debido a su grave escasez de participación per cápita en la energía y los recursos, China se enfrentará a crecientes limitaciones energéticas, de recursos y ambientales a medida que acelere su desarrollo. Esto significa que China no puede seguir el camino trillado de la modernización occidental.”

Finalmente, el primer mandatario enfatiza la “modernización del desarrollo pacífico”, que caracteriza con el camino que lleva adelante su país trabajando para salvaguardar la paz y el desarrollo mundiales y promoviendo la construcción de una comunidad global de futuro compartido.

Xi Jinping asegura que China se mueve en dirección contraria a una modernización occidental que “estuvo plagada de crímenes sangrientos como la guerra, la trata de esclavos, la colonización y el saqueo, que infligieron una miseria indescriptible a los países en desarrollo. Habiendo sufrido la agresión, el acoso y la humillación de las potencias occidentales, los chinos somos profundamente conscientes del valor de la paz y nunca seguiremos el camino trillado de Occidente.”

Dirigiéndose tanto al público de otros países como a la sociedad china, Xi advirtió que “nunca debemos oprimir a otras naciones ni saquear las riquezas y los recursos de otros países en ninguna forma”. En cambio, “continuaremos creando nuevas oportunidades para el mundo a través del desarrollo de China” practicando un “verdadero multilateralismo” y defendiendo “los valores comunes de la humanidad”.



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