- Rusia refuerza su apoyo a Maduro frente a las presiones norteamericanas
Tras reunirse en Moscú este jueves 15 de agosto, los ministros de Defensa de Rusia y Venezuela, Serguéi Shoigú y Vladimir Padrino López, ratificaron la firma de un acuerdo de cooperación militar que implica la posibilidad de que embarcaciones militares de ambos países atraquen sin autorización previa en territorio del otro.
Esto supone un nuevo paso en la estrategia rusa por reafirmar su presencia en tierras latinoamericanas frente a las maniobras de desgaste de Estados Unidos para con Venezuela a partir de diversos canales. En ese sentido, el funcionario ruso señaló: "Consideramos inaceptable la intervención externa, sobre todo en la situación actual, que es especialmente tensa". El interés ruso en la región tiene sentido considerando los grandes desembolsos que han realizado empresas rusas en Venezuela y, especialmente, teniendo en cuenta la gran cantidad de armamento provisto por el Kremlin desde la época de Chávez, que el gobierno de Maduro aún adeuda. Siguiendo este razonamiento, no parecería ilógico que Rusia trate de asegurar la "cobrabilidad" de esta acreencia, la cual, en caso de un cambio súbito de gobierno, se vería absolutamente esfumada.
Las tensiones tuvieron varios picos luego de que en el pasado mes de enero el gobierno norteamericano desconociera el mandato de Maduro al frente del gobierno venezolano y proclamará a Juan Guaidó como primer mandatorio para, a continuación, iniciar un proceso de bloqueo de activos venezolanos en bancos de al menos cuarenta países del mundo, entre otras medidas.
A partir de estos acontecimientos, los rusos han reiterado su apoyo en diversas ocasiones a Maduro, constituyéndose como un contrapeso militar fundamental frente a las medidas tomadas por el gobierno norteamericano. No obstante, para sumar a este inestable equilibrio, las negociaciones entre los representantes del gobierno venezolano y la oposición se han estancado una vez más y se perpetúa el flujo migratorio hacia toda América Latina y resto del mundo. Por su parte, la crisis de fronteras adentro del país caribeño azota gravemente su población, generando un ascenso en la incertidumbre e inestabilidad.
- Crecen las tensiones en el estrecho de Ormuz
Luego de iniciado a fines del 2018 el bloqueo de EEUU contra Irán, que incluyó el bloqueo de transacciones financieras y de importaciones de oro y otras materias primas, además de otras medidas que afectaron a la industria energética iraní, las tensiones han escalado hasta involucrar a diversos actores internacionales. Las medidas fueron tomadas tras las acusaciones realizadas por parte de Estados Unidos de un explícito apoyo al terrorismo del país oriental, así como al desarrollo del programa balístico iraní de los últimos años.
Asimismo, las tensiones involucran también un aspecto particular de la geografía iraní: su cercanía fundamental con el estrecho de Ormuz, ubicado al sur del territorio del país asiático. La relevancia de este territorio se deriva de ser el canal de tránsito de la tercera parte del petróleo que se consume cada día en todo el mundo, una vía fundamental para el comercio internacional de los países del golfo, en su mayoría extremadamente dependientes de las exportaciones de hidrocarburos. Ya en el pasado fue motivo de conflicto y casi desata un enfrentamiento armado directo entre ambos países a fines de la década del ochenta.
Diversas tensiones se han renovado de forma derivada de este conflicto: buques tanque incendiados luego de recibir impactos de torpedos, drones norteamericanos destruidos por parte de las fuerzas armadas iraníes, y detenciones y capturas de petroleros iraníes en aguas internacionales por parte de fuerzas militares norteamericanas.
Una de las últimas páginas de esta novela supone una ruptura respecto a la continuidad de los hechos: Gibraltar libera, pese a las presiones de Estados Unidos para evitarlo, un buque tanque petrolero iraní luego de que fuera interceptado por militares británicos. Por su parte, en represalia, Irán ha interceptado dos buques petroleros de bandera británica y liberiana respectivamente, siendo este último liberado a las pocas horas.
Sin embargo, el veredicto de la corte de Gibraltar supone un alineamiento respecto a la estrategia europea vinculada al conflicto, que dista de seguir la norteamericana. Es que las grandes potencias de la unión europea se encuentran en una frágil condición al no ser productores petroleros, lo que los lleva a depender de las importaciones de este commodity tan preciado. El bloqueo norteamericano a las exportaciones de crudo iraníes configura un escenario de suba del precio del crudo a nivel global al reducirse la oferta mundial, algo que preocupa a Europa. En ese sentido, pese a la estrategia norteamericana de mayor presión sobre el país asiático al, por ejemplo, abandonar el acuerdo nuclear, sus pares europeos se han mantenido en un inestable equilibrio buscando evitar que Irán convierta el estrecho de Ormuz en el peor escenario: un bloqueo absoluto del tránsito marítimo.
En ese sentido, Estados Unidos se embarcó en la creación de una coalición internacional que vigile el tránsito marítimo en la zona, algo a lo que Irán se opuso categóricamente. Las últimas novedades implican también a uno de los socios geopolíticos más importantes de Estados Unidos, Israel, país que ha declarado que participará de esta coalición internacional. Desde el lado iraní, esto fue tomado como una provocación elevando el tono de los discursos con amenazas directas de agresiones militares en caso de efectivizarse la presencia israelí en las costas de Ormuz.
- ¿Se acelera el Brexit? Johnson nuevo Primer Ministro del Reino Unido
El último 24 de julio, el líder del partido conservador británico Boris Johnson fue electo Primer Ministro en reemplazo de Theresa May, quien renunció al no conseguir acuerdo por el Brexit en la Cámara de los Comunes. El excéntrico líder llegó prometiendo un Brexit para el 31 de octubre con o sin acuerdo, algo que provocó reacciones tanto en Gran Bretaña como en la Unión Europea.
Por su parte, el presidente del Parlamento, contrario al Brexit, mencionó la posibilidad de una moción de censura (con aval del líder del Partido Laborista Jeremy Corbyn –opositor a Johnson–) para derrocar al reciente Primer Ministro no bien retomen las sesiones el próximo 3 de septiembre. La lucha de poder en GB, desatada a partir de la posible salida del Reino Unido de la Unión Europea, promete nuevos capítulos.