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El poder de la blockchain para el desarrollo regional

Actualizado: 29 abr

POR Lic. Diego Luciano Mazzella [1]



La blockchain tiene el poder de afectar a muchas industrias, sectores e incluso a la ciudadanía. Puede mejorar las formas en que realizamos proyectos de desarrollo territoriales, incrementando los ingresos, transformamos los productos, sus cadenas de suministros y las posibilidades de los actores involucrados. Esta nueva herramienta tiene un potencial tan grande que aún son muchas las aplicaciones que pueden ir generándose en el futuro. Además, la especialización necesaria para poseer este flujo de datos puede generar cambios en las fuerzas laborales, lo cual estimula la necesidad de que nazcan nuevas capacidades y especializaciones.

Pero para continuar, debemos definir brevemente qué es una blockchain y cuáles son sus características. Una blockchain es, como su nombre lo indica, una cadena de bloques de información encadenada por cálculos matemáticos, donde la información está almacenada en los bloques y protegida criptográficamente. Para que los datos pasen de un bloque a otro es necesario resolver ecuaciones matemáticas, y esto se logra utilizando poder computacional. Esta última actividad es lo que se conoce popularmente como “minería”. La seguridad del sistema radica en que cada bloque está identificado por una clave criptográfica, la cual es generada a partir del contenido del bloque anterior. Esto supone que, si modifico cualquier elemento del bloque, esta clave también cambiaria, por ende, cambiarían todos los bloques de la cadena. Es decir, si alguien adultera un dato, esto saltaría a la luz automáticamente por la naturaleza pública de la cadena de bloques, que permite consultas en cualquier momento. Por ello es clave que no exista una única copia de este “registro” o “libro de contabilidad”, sino que las copias deben estar distribuidas y descentralizadas de modo que también esté asegurado el almacenamiento de la información.

Esta tecnología, que se posiciona como central en la nueva revolución industrial de naturaleza digital que se está gestando, afecta muchas áreas de la vida moderna, por lo cual no es de sorprender la proliferación de proyectos tecnológicos ligados a esta. Tampoco no es de menospreciar la posibilidad que brinda de poder generar proyectos financieros en zonas alejadas o remotas respecto de los centros económicos de los países.

Pensemos cómo, por ejemplo, en nuestro país un proyecto blockchain podría ayudar a un pequeño productor, gracias a la transparencia que ofrece esta tecnología, a ofrecer un servicio de trazabilidad en sus productos. En la actualidad, prácticamente nadie conoce el circuito que hacen los alimentos que se consumen, y las condiciones en las que los mismos fueron procesados y trasladados al punto de venta.

También pueden verse incluidos en esta dinámica contratos o títulos. Es el caso de alumnos que solicitan su título académico y la institución educativa, a través de un mecanismo blockchain, valida la aprobación de las materias y emite el título dando constancia de la finalización de la carrera, en tanto el Ministerio de Educación le certifica el título en cuestión, estando el mismo disponible en todo momento y lugar. De esta forma, se brindaría una solución al problema de la digitalización de títulos o actas certificadas, donde hoy por hoy no se puede garantizar la integridad de los datos, sobre todo cuando los títulos analíticos circulan entre diversas instituciones durante todo el ciclo de tramitación. Esta dinámica acarrea la necesidad de legalizar copias de cada título cada vez que es necesario, y genera que los diplomas sean fácilmente falsificables.

Otra aplicación puede ser la de auditoria en las licitaciones públicas entre el Estado y el sector privado. La blockchain permitiría a los ciudadanos acceder a la información sobre las etapas y los procesos de control, favoreciendo así la transparencia y las buenas prácticas en un área especialmente sensible. Esta tecnología posibilita el desarrollo de una plataforma para la compra de bienes y la contratación de servicios por parte del Estado que garantiza transparencia e impide cualquier tipo de fraude.

En conclusión, este sistema nos abre un abanico de posibilidades para pensar políticas públicas atravesadas por la articulación entre el Estado, la ciudadanía y el sector privado mediante un desarrollo digital al alcance de todos. Hoy existen proyectos como la Blockchain Federal Argentina (www.bfa.ar) que ya trabajan en este sentido e invitan a instituciones y actores a participar de desarrollos descentralizados. Las posibilidades son infinitas.


[1] Politólogo. Miembro del CEDI y del Instituto Internacional de DHH, Capítulo Americano. Twitter: @DiegoMazzella.


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