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Tensiones entre Camboya y Tailandia: más de un siglo de historia y conflictos

La disputa entre Camboya y Tailandia por el templo de Preah Vihear tiene raíces en el pasado colonial y más de un siglo de tensiones diplomáticas, militares y culturales. Desde acuerdos firmados en el siglo XIX hasta los enfrentamientos armados de 2025, este conflicto refleja cómo la historia, el orgullo nacional y el valor simbólico de un sitio patrimonial pueden mantener viva una rivalidad entre dos naciones vecinas.


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Por Carlos Alberto Aguirre


El conflicto entre Camboya y Tailandia se remonta a comienzos del siglo XX, y tiene sus raíces en disputas territoriales heredadas del colonialismo. Para ser más precisos, la historia comienza en 1907, cuando, tras los acuerdos franco–siameses, se definieron límites que afectarían profundamente a la región. En aquel tiempo, Camboya era un protectorado francés, mientras que Tailandia se conocía como Siam.


Un antecedente importante se encuentra en 1867, cuando los gobiernos de Francia y Siam firmaron un acuerdo por el cual el reino siamés reconocía el protectorado francés sobre Camboya. Este reconocimiento puso fin momentáneamente a disputas por las provincias de Battambang, Siem Reap, Banteay Meanchey y Oddar Meanchey. Sin embargo, la cuestión territorial nunca quedó completamente resuelta.


Durante las décadas de 1920 y 1930, Tailandia acumuló un profundo resentimiento hacia Francia, que se intensificó tras la Segunda Guerra Mundial. En 1941, aprovechando la debilidad francesa tras la ocupación nazi, Tailandia recuperó las provincias perdidas gracias a la Convención de Tokio. Sin embargo, en 1946, como resultado de los Acuerdos de Washington, se vio obligada a devolver esos territorios a Camboya bajo administración francesa.


En 1953, Camboya logró su independencia de Francia. Poco después, el ejército tailandés ocupó el templo de Preah Vihear, un sitio sagrado de gran valor cultural y estratégico. Camboya protestó ante la comunidad internacional, y el asunto escaló a un punto diplomáticamente sensible. Las relaciones entre ambos países se deterioraron, intercambiando acusaciones y amenazas de intervención militar.


Finalmente, Camboya llevó el caso ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya, que en 1962 falló a su favor con 9 votos contra 3. El templo fue reconocido como territorio camboyano, lo que provocó protestas en Tailandia y manifestaciones nacionalistas.


Décadas más tarde, en 2008, el conflicto se reactivó cuando Camboya logró que la Unesco inscribiera el templo de Preah Vihear como Patrimonio Mundial de la Humanidad. La medida fue interpretada por Tailandia como un gesto provocador. Esto dio lugar a una serie de enfrentamientos militares y tensiones diplomáticas que se prolongaron hasta 2013.


El templo de Preah Vihear en la actualidad


En febrero de 2025, las tensiones alcanzaron un nuevo punto crítico. Tropas tailandesas impidieron que visitantes camboyanos cantaran el himno nacional de su país en el templo de Prasat Ta Muen Thom. Meses después, en mayo, un enfrentamiento armado en la zona conocida como el Triángulo Esmeralda (Chong Bok) desencadenó una serie de acciones legales y operaciones militares. Estas escaramuzas culminaron en ataques aéreos durante julio. Ambas naciones se culparon mutuamente de iniciar los bombardeos, que se extendieron hasta finales de ese mes.


Ante el riesgo de una escalada mayor, Estados Unidos y Malasia intervinieron como mediadores y convocaron a las partes a un alto el fuego. En ese contexto, se reunieron el primer ministro de Camboya, Hun Manet; el primer ministro de Malasia, Anwar Ibrahim; y el primer ministro interino de Tailandia, Phumtham Wechayachai, con el objetivo de frenar el conflicto y abrir la puerta a nuevas negociaciones.


Primer ministro de Camboya, Hun Manet, a la izquierda; el Primer ministro de Malasia, Anwar Ibrahim, en el centro; y el Primer ministro interino de Tailiandia, Phumtham Wechayachai, a la derecha.
Primer ministro de Camboya, Hun Manet, a la izquierda; el Primer ministro de Malasia, Anwar Ibrahim, en el centro; y el Primer ministro interino de Tailiandia, Phumtham Wechayachai, a la derecha.


Más allá de los tratados, fallos y mediaciones, el conflicto por el templo de Preah Vihear es un recordatorio de cómo las fronteras heredadas del colonialismo pueden seguir marcando las relaciones entre países durante generaciones. El valor histórico, cultural y simbólico del lugar convierte cada disputa en una cuestión de identidad nacional. El futuro de esta relación dependerá no solo de la diplomacia, sino también de la voluntad de ambas naciones de transformar un símbolo de división en un puente para el entendimiento mutuo.



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